
El Gobierno nacional habilitaría la importación de carne con hueso desde Brasil, que en una primera etapa ingresaría a los supermercados de la Patagonia. En concreto, la idea es importar asado con hueso, un corte emblemático que en las carnicerías del sur argentino se paga sobre los $20.000 el kilo.
Para entender esta decisión, en primer lugar hay que tener en cuenta como es el mapa de la carne vacuna en Argentina. A partir del brote de fiebre aftosa en 2001, se estableció una barrera sanitaria delimitada por el Río Colorado, que dividió al país en dos: hacia el sur, el ganado vacuno es libre de aftosa sin vacunación, status sanitario que llevó dos décadas de esfuerzo.
En tanto, del Río Colorado hacia el norte, el rodeo bovino es libre de aftosa, pero con vacunación. Con esta medida, en la Patagonia argentina no podía ingresar carne con hueso desde el resto del país: con este fin, existen una serie de controles sanitarios destinados a evitar ese escenario.
A mediados de marzo de este año, el Gobierno nacional anunció que se flexibilizarían las condiciones para el ingreso de carne con hueso al sur del Río Colorado. Esta decisión fue ratificada el pasado 17 de marzo, a través de la Resolución 180/2025, publicada en el Boletín Oficial.
Esto generó una fuerte respuesta de los gobernadores patagónicos y algunos cruces con La Pampa, uno de los principales interesados en revertir esta normativa.
Esta reacción de los gobernadores hizo que las autoridades nacionales revean esta decisión y extiendan por 90 días la entrada en vigencia de la Resolución 18/2025, En este contexto, cobró fuerza el rumor de importación de asado con hueso desde Brasil, que en la mayoría de sus estados ya cuenta con el estatus sanitario de libre aftosa sin vacunación.
Desde la cadena de ganados y carnes, si bien siguen el tema con atención, por el momento consideran que no representa una amenaza por dos cuestiones: diferencias de calidad entre la producción local y brasileña y el volumen del mercado patagónico.
Leonardo Rafael, presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya), explicó que hay una serie de factores a tener en cuenta para analizar el impacto real de esta decisión. En primer término, ver si se cumple el plazo de noventa días anunciado por el Gobierno finalmente entra en vigencia.
Si esto se cumple, el asado brasileño tendrá una fuerte competencia. "En esta época del año, existe un excedente de stocks de asado y si se abre la barrera, es un corte que puede ir al sur a precios muy competitivos", estimó. De este modo, a la carne de Brasil se le dificultaría su ingreso a la Patagonia.
El segundo punto que remarcó el directivo fue la diferencia de calidad entre el asado con hueso entre ambos países. "No podemos comparar la hacienda de Brasil con la argentina, la terneza de la canre tanto en asado como bife no tiene comparación", subrayó.
Esto se debe a las diferencias genéticas de cada rodeo vacuno, porque en el caso de Brasil, un elevado porcentaje de sus animales son en base a razas cebuinas, de carnes con una constitución más magra, mientras que en Argentina la base del stock vacuno es de origen británico, con exponentes como Angus y Hereford, con mayor terneza y cualidades carniceras, entre otros atributos.