
En la lógica diaria, esta noticia no debería haber despertado mayor relevancia, dado que en la cotidiana (y desde el comienzo de la guerra) el ciudadano de a pie está acostumbrado a este tipo de informaciones. Casi a diario los titulares en los medios anuncian toda vez que las FDI logran dar en el objetivo contra cualquier integrante de alguna de las agrupaciones terroristas que intentan borrar a Israel del mapa.
Pero esta no fue una vez más. No se trató de cualquier eliminación.
Mohammed Awad pertenecía a la Organización Muyahidin Palestina, una de las milicias que el 7 de octubre de 2023 invadió el sur de Israel, perpetrando la feroz masacre comandada por Hamás. Ese día, Awad estaba al mando de un grupo de los tantos terroristas que tomaron por asalto el Kibutz Nir Oz, ubicado casi en la frontera con la Franja de Gaza; y fue quien supervisó el secuestro de Shiri, Ariel y Kfir Bibas.
Y entonces la situación adquiere un tono de tinte emocional que, de momento, el pueblo israelí todavía no termina de digerir. Shiri no fue la única mujer secuestrada ni asesinada. Es verdad. Tampoco lo fueron los pequeños “coloraditos”. Eso también es cierto. Incluso cabe señalar que el bebé más pequeño que resultó muerto tras los hechos de esa mañana, era mucho más joven que Kfir.
Kfir tenía 8 meses. Naamá llegó a cumplir sólo 14 horas de vida. Pero así todo, los Bibas se han convertido en un emblema de la lucha y el reclamo de toda la sociedad.
Todos hemos llorado con la imagen de Shiri sosteniendo a sus niños mientras las bestias se les tiraban encima. Todos hemos gritado cuando vimos el video publicado por Hamás donde se podía ver a Yarden (marido y padre de los Bibas) secuestrado, anunciando que su familia había sido brutalmente asesinada “por culpa de un bombardeo de los aviones de la Fuerza Aérea de Israel”.
Todos hemos sostenido que esa información no podía ser verdad y así pasamos más de un año, lanzando al cielo cientos de globos de color naranja, pidiendo por su inmediata liberación.
Todos creímos recuperar un poco las esperanzas cuando, al comienzo del acuerdo en el pasado mes de enero, leímos que los cuatro integrantes de la familia figuraban en el listado de los secuestrados a liberar en la primera etapa.
Todos fuimos felices cuando cada uno de los secuestrados con vida fueron regresando a casa; al mismo tiempo que la ansiedad y la angustia iban creciendo al ver que Shiri, Kfir y Ariel no volvían.
Todos hemos colapsado de angustia cuando asistimos a la macabra escena que mostró el regreso de la madre y los pequeños en ataúdes.
Finalmente, todos nos hemos desesperado cuando la verdad sobre la muerte de esta familia salió a la luz y entonces supimos que la mujer y los niños fueron asesinados por sus captores. A sangre fría. Sin utilizar más armas que las propias manos; y que, luego de fallecidos, los cuerpos fueron ferozmente destrozados para poder “armar” la escena del supuesto bombardeo y así alimentar la mentira sostenida por Hamás.
Todos nos morimos un poco con la muerte de Shiri, Ariel y Kfir.
Por eso, la eliminación de Mohammed Awad no es igual a cualquier otra. Este terrorista (que según información concreta del Shabak -la agencia israelí de inteligencia y seguridad interna- también se encargaba del reclutamiento de personas en la zona de Judea y Samaría con el objetivo de llevar a cabo atentados contra los ciudadanos de Israel) representa una de las peores caras del mal. Ni más ni menos que el resto de los terroristas. Pero con el agravante de haber cargado sobre sí la vida de la familia Bibas. Eso es algo que el pueblo de Israel no podrá olvidar.
Hoy, como desde hace casi 550 días, toda la ciudadanía reclama y exige que Hamás libere a los 59 secuestrados que, todavía, permanecen en la Franja de Gaza. Con el mismo enojo, con la misma bronca y con el mismo dolor del día uno. Pero hay algo que ha cambiado en las últimas horas. Mohammed Awad ya no está vivo y en el reclamo sobrevuela la pequeña sensación de que Shiri, Ariel y Kfir Bibas podrán descansar en paz porque se ha hecho justicia para honrar sus nombres y sus vidas.