20/04/2025 - Edición Nº803

Internacionales

Diplomacia regional en el Parlasur

Cristina refuerza su liderazgo en el bloque argentino mientras Lula se distancia del Parlasur brasileño

14/04/2025 | Mientras la expresidenta argentina se reunió con su bloque en el Parlamento del Mercosur para alinear posiciones y marcar presencia política, Lula da Silva mantiene distancia con los representantes brasileños en el organismo regional. Dos estrategias opuestas que reflejan distintos enfoques de liderazgo y proyección regional.



La reciente reunión de Cristina Fernández de Kirchner con una docena de legisladores del bloque de Unión por la Patria (UxP) en el Parlasur no solo reafirma su centralidad en el tablero político argentino, sino que también resalta un contraste diplomático importante con Brasil. Mientras la exmandataria busca consolidar su influencia a través del diálogo directo con sus representantes regionales, el presidente Lula da Silva opta por una estrategia que privilegia los canales diplomáticos formales y la agenda presidencial.

Celebrado en Cañuelas y con la presencia de su intendenta Marisa Fassi, el encuentro entre Cristina y los parlamentarios del Mercosur, entre ellos figuras como Gustavo Arrieta, quien ofició de anfitrión, Franco Metaza, Raúl Bittel, Victoria Donda y Teresa Parodi, sirvió para ordenar políticamente al bloque y enviar un mensaje claro: su rol sigue siendo gravitante, incluso fuera de la gestión ejecutiva.

Desde una perspectiva diplomática, esta movida puede interpretarse como una forma de “soft power” regional, donde el liderazgo se ejerce no desde el poder institucional formal, sino desde la construcción de consensos internos y la proyección de una figura con peso político transnacional. Cristina, a través del Parlasur, proyecta su influencia más allá de las fronteras argentinas, usando el organismo como plataforma de reafirmación simbólica y operativa.

En cambio, Lula da Silva, si bien ha retomado el liderazgo regional mediante cumbres y gestos multilaterales —como la reactivación de UNASUR y el impulso al Banco del Sur—, ha optado por mantener un bajo perfil respecto a la relación con los representantes brasileños en el Parlasur. Esta distancia podría leerse como un gesto de desinterés institucional hacia un organismo cuya eficacia y relevancia han sido cuestionadas en los últimos años dentro del propio Brasil.

En términos comparativos, el contraste entre ambos líderes refleja distintas formas de entender y practicar la diplomacia regional: Cristina apuesta por una construcción política desde lo micro, con encuentros cara a cara y alineamientos internos; Lula, por su parte, prioriza el escenario macro, con acuerdos de Estado y alianzas presidenciales.

Esta divergencia puede tener efectos concretos en la dinámica del Parlasur: mientras el bloque argentino parece más cohesionado y con liderazgo interno claro, el brasileño permanece más disperso, sin articulación directa con el Planalto.