
Jorge Bergoglio nació en 1936 en Buenos Aires en una familia de clase media, hijo de Mario Bergoglio y de Regina María Sívori. Su padre y sus abuelos paternos eran inmigrantes italianos. Habían llegado milagrosamente a la Argentina, luego de cambiar el pasaje, que en un primer momento habían sacado en el buque Principessa Mafalda pero que se hundió en las costas de Brasil. Bergoglio padre era contador en el ferrocarril y más tarde fundó su propia fábrica de medias. En cambio, su madre trabajaba como ama de casa, era argentina descendiente de un argentino y otra migrante italiana.
De chico, Bergoglio compartía bastante tiempo con sus abuelos, los paternos vivían a la vuelta de su casa en Flores,en Varela 268, y los maternos en Almagro, en la calle Quintino Bocayuva 556. Las direcciones existen actualmente, sin embargo la ciudad en la que vivió su infancia era muy distinta a la actual, predominaban las casas bajas, circulaban los tranvías y los adoquines tapizaban las avenidas.
La familia Bergoglio vivó en la calle Varela hasta que Jorge cumplió los cinco años. Mientras tanto, la familia crecía: llegaron Oscar, Marta, Alberto y María Elena, la menor de todos, de quien la separan 12 años y los une un inmenso amor, aunque ella esté en Ituzaingó y él sea el soberano del Estado más pequeño del mundo.
En 1940 cuando se mudaron a la calle Membrillar 531, frente a la Plaza Herminia Brumana, que estaba a 50 metros de su casa, Allí “Jorgito” aprendió a embarrarse, patear pelotas y "pintarse" las rodillas con moretones.
La primaria la cursó en la Escuela Nro. 8 Coronel Ingeniero Ignacio Pedro Antonio Cerviño, en Varela 358. En tanto que el nivel secundario llevó al fan de San Lorenzo hasta Nuestra Señora de la Misericordia, Colegio Incorporado Normal y Liceo (Av. Directorio 2138).
En ese mismo lugar también convergen los recuerdos argentinos de su Primera Comunión, meciéndose al ritmo de las arboledas de la Plaza Varela, en la esquina de Camacuá. Sobre el muro arenoso del pórtico de la basílica, una gigantografía del Papa con anteojos y saludando a mano alzada, se impone con una leyenda: “Me miró con misericordia y me eligió”.
El secundario de Bergoglio lo concluyó en la Escuela Técnica Hipólito Yrigoyen, de Monte Castro, de donde se graduó como Técnico Químico. Ese título le permitió trabajar en Laboratorios Hickethier y Bachmann (Azcuénaga 1183), yendo y viniendo de Flores a Barrio Norte, durante casi tres años, hasta que llegó el momento de ingresar al seminario y encarar su verdadera vocación, la sacerdotal, el servicio.
Si bien al terminar la escuela secundaria Francisco primero le dijo a su madre que iba a estudiar medicina, al poco tiempo se arrepintió y decidió ingresar al seminario católico. La hermana del Papa, María Elena, relató que fue difícil para su madre aceptar la elección de su hijo. Por el contrario, la abuela se alegró con el proyecto del nieto. “Cuando se lo dije a mi abuela, que ya sabía y se hizo la desentendida, me respondió: ‘Bueno, si Dios te llama, bendito sea”, relató Bergoglio siendo Papa.
Por la calle Pedernera, a la altura de la Avenida Rivadavia al 6900, justo enfrente de la Plaza Gral. Pueyrredón (Plaza Flores), se encuentra la Basílica San José de Flores, “sucursal del Vaticano” según los vecinos, y para los cultores de la papamanía, punto exacto en donde sucedió la epifanía en la vida de Bergoglio y el joven decidió consagrar su vida a la religión.
Así fue como a los 20 años Bergoglio decidió ingresar al seminario de Villa Devoto. Sin embargo, una pulmonía grave se lo impidió y debieron realizarle una ablación del lóbulo superior del pulmón derecho.
Fue a sus 21 años cuando por fin accedió a la Compañía de Jesús en Córdoba, donde realizó los votos de castidad, pobreza y obediencia. Luego viajó unos años a Chile, donde estudió humanidades y, al regresar, decidió formarse en la institución de los jesuitas, el Colegio Máximo de San José, en la localidad bonaerense de San Miguel, donde obtuvo una licenciatura en Filosofía.
En este período ejerció la docencia como profesor de Literatura y Psicología en los colegios de la Inmaculada de Santa Fe y del Salvador en Buenos Aires. Recién en 1969, con 33 años, Jorge Bergoglio fue ordenado sacerdote.
CC