23/04/2025 - Edición Nº806

Deportes


Dolor mundial

Francisco, el Papa fanático de San Lorenzo que predicó con el fútbol por la cultura del encuentro

21/04/2025 | Fue el Sumo Pontífice más futbolero y se valió del deporte para difundir un mensaje global de paz y unidad. En el Vaticano, recibió al plantel azulgrana campeón de la Copa Libertadores 2014, pero también a Maradona, Messi y cientos de futbolistas y deportistas.



La muerte del Papa Francisco a los 88 años entristeció al fútbol y al mundo del deporte por igual. Desde su asunción en 2013 no era extraño ver desfilar por la Ciudad del Vaticano a distintos deportistas de todas las latitudes y argentinos exhibiendo la camiseta de la Selección Nacional y del club San Lorenzo de Almagro.

El fanatismo por el Ciclón lo heredó de su padre, que jugó al básquet en el club y sobre todo por la actuación de un histórico equipo del año 1946, que en la última parte del torneo levantó y se consagró campeón. La delantera formada por Armando Farro, René Pontoni y Rinaldo Martino fue catalogada como "El Terceto de Oro" y recordada por Francisco en el 2018.

Desde sus comienzos como obispo en Buenos Aires, Jorge Bergoglio nunca ocultó su vínculo con el fútbol y siempre se identificó con San Lorenzo. Fue hincha, socio y cuando se convirtió en cardenal, durante cada fecha de fundación del club de Boedo oficiaba la misa en la capilla localizada en la Ciudad Deportiva del Bajo Flores.


El Papa Francisco y Diego Maradona en Roma.

Después de asumir como Sumo Pontífice, Francisco festejó desde Roma la primera Copa Libertadores que ganó San Lorenzo y tiempo después recibió al plantel completo. Además, recibió a una delegación de dirigentes de AFA y a innumerables deportistas y futbolistas como Diego Maradona, Lionel Messi, Javier Zanetti, Roberto “El Pampa” Sosa, Ronaldinho, Gianluigi Buffon, Zlatan Ibrahimovic, Paulo Dybala y Gonzalo Higuaín, entre tantos otros.

Sin embargo, el legado más importante del Papa Francisco en el mundo del deporte es su comprensión como una escuela de vida y cultura del encuentro. El santo padre lo utilizó como una herramienta de educación, para construir la sociedad, con los valores del respeto, la accesibilidad para todos los sectores sociales y edades. Pero, sobre todo, difundió al deporte como un mensaje de paz y encuentro.

También le marcó la cancha en más de una ocasión a la industria deportiva global y fue contundente en relación a las apuestas deportivas. “Nuestros gobiernos no pueden ser cómplices de instigación a la ludopatía” afirmó. Y fue al hueso, al apuntar que las plataformas incluso tienen los avales para patrocinar equipos de una amplia gama de deportes, generando una familiarización con las apuestas incompatible con los valores del bien común, del deporte y de una sociedad sana y fraterna.