“Ahora todos nosotros tenemos que ser un poco Francisco”

Con la Catedral Metropolitana colmada y un clima de profunda emoción, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, encabezó este lunes una misa en homenaje al Papa Francisco, fallecido en Roma a los 88 años. "El dolor del corazón es grande porque se nos fue nuestro padre", dijo en su homilía, visiblemente conmovido.

La ceremonia reunió a cientos de personas que quisieron despedir al primer Papa argentino desde su ciudad natal. También participó el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, mientras que el presidente Javier Milei no asistió al oficio.

“Las únicas personas que mueren son las que olvidamos”, afirmó García Cuerva. “Francisco está vivo entre nosotros, su palabra, su ejemplo, su entrega siguen vivos”.

A lo largo de la misa, el arzobispo recordó la opción preferencial del Papa por los más pobres, su denuncia constante de la exclusión y su pedido incansable por la paz. “El mejor homenaje que le podemos hacer los argentinos a Francisco es unirnos. Basta de grietas”, clamó.

En ese sentido, agregó: “Ahora todos nosotros tenemos que ser un poco Francisco. Tenemos que poner en práctica su ejemplo de cercanía, de ternura, de misericordia”.

La misa terminó con un fuerte aplauso y una oración conjunta por el alma del pontífice argentino, cuya figura marcó una época tanto para la Iglesia como para la historia reciente de la Argentina.